Uno de los objetivos fundamentales de cualquier organización profesional es reclutar miembros. A menudo, los profesionales que están ocupados construyendo y avanzando en sus carreras no reconocen los beneficios que ofrecen las organizaciones como el IIA.
Durante más de 25 años, he creído que los beneficios que ofrece el IIA son abundantes, claros y esenciales. Como Director Ejecutivo de Auditoría (DEA) que luchaba por administrar las complejas operaciones de auditoría interna del ejército de EE. UU. a principios de la década de 1990, descubrí los vastos recursos del IIA. En los años que pasaron, independientemente de las organizaciones de auditoría que dirigí, siempre mantuve una conexión estrecha con el IIA. Por supuesto, ahora como CEO Global del IIA, estoy seguro que soy parcial, pero echemos un vistazo rápido a lo que ofrece la membresía de IIA en el 2018:
- Los componentes del Marco Internacional para la Práctica Profesional proporcionan filosofías fundamentales, estándares y guías que ayudan a los profesionales a proporcionar servicios de asesoría y aseguramiento independientes e imparciales.
- Acceso a educación continua y liderazgo de pensamiento exclusivo, incluidos seminarios web y herramientas exclusivas para miembros, que fortalecen la capacidad y las habilidades.
- Un conjunto de certificaciones, entre ellas Auditor Interno Certificado (CIA), que demuestran experiencia a los interesados y otros.
- Conferencias locales, regionales y globales que conectan a pares de todo el mundo para compartir las mejores prácticas.
La lista continúa, sin embargo, aún encuentro a aquellos que son reacios a ver el valor de tales beneficios directos e intrínsecos. A decir verdad, algunos de los beneficios están disponibles para los profesionales que no son miembros, pero hay retribuciones intangibles que solo proporciona la membresía. No me sorprende que los auditores internos, a menudo, busquen evidencia independiente o prueba de los beneficios de la membresía. Creo que la investigación recientemente publicada ofrece aún más pruebas para los escépticos.
Según investigadores de la Escuela de Graduados de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Ottawa, la membresía en el IIA «es un poderoso catalizador para el cambio» entre los auditores del sector público. La investigación académica, publicada en agosto en Public Management Review (Revisión de la Gestión Pública), examinó cómo los auditores internos del sector público reaccionan a las crecientes demandas de eficiencia y responsabilidad en las organizaciones públicas. Los investigadores analizaron la premisa de que entender las motivaciones y las actitudes de los empleados hacia el cambio puede ayudar a identificar las condiciones más propicias para las reformas exitosas del sector público y, al hacerlo, mejorar las estrategias de implementación.
Los investigadores exploraron las actitudes del auditor con respecto a las preferencias por cambios en tres áreas clave: análisis de datos, servicios de asesoramiento y gestión de riesgos, y si esas preferencias están asociadas con sentimientos de confianza derivados de trabajar en un entorno seguro y propicio y / o frustraciones que surgen del aislamiento organizacional, la ambigüedad del rol y la irrelevancia percibida. Además, postularon que la lealtad al IIA impacta directa e indirectamente estas relaciones.
Entre los hallazgos se encuentra que «la lealtad a los cuerpos profesionales tiene un efecto positivo en los apetitos por el cambio mientras que debilita el impacto del aislamiento organizacional como un catalizador de cambio.» La investigación, basada en una encuesta de 400 auditores canadienses del sector público, destaca el valor y la importancia de las identidades profesionales y cómo afectan el bienestar psicológico en el trabajo.
En términos más simples, la membresía en el IIA ayuda a las personas a desarrollar una idea de quiénes son como profesionales y eso, a su vez, les permite enfrentar mejor el cambio. En una publicación de blog a principios de este año, escribí sobre la necesidad urgente de que las funciones de auditoría interna sean ágiles para satisfacer las crecientes demandas de las partes interesadas. Tener profesionales que puedan hacer frente al cambio ayudará a satisfacer esas demandas.
Otro beneficio que, a menudo, se pasa por alto o se subestima es que el IIA actúa como un aliado inquebrantable que apoya y promueve el interés superior de la profesión. Tanto si es miembro como si no, el IIA es un defensor con muchos recursos y experiencia en su contenido.
Los esfuerzos del IIA, en apoyo de la profesión abarcan toda la gama, desde brindar servicios de revisión de aseguramiento de calidad para asegurar que las funciones de auditoría interna operan al más alto nivel, hasta desarrollar y proporcionar lineamientos regulatorios y legislativos a legisladores que buscan fortalecer la posición de la auditoría interna en la jerarquía, para establecer y alimentar alianzas con organizaciones interesadas que se centren en la buena gobernanza.
De nuevo, este beneficio lo disfrutan tanto los que no son miembros como los miembros. Sin embargo, a largo plazo, el IIA, como cualquier organización de membresía profesional, cuenta con el apoyo de sus miembros, tanto a nivel financiero como a través de la participación.
Espero que esto y los hallazgos de la investigación del sector público canadiense ayuden a convencer a los escépticos. No me malinterpreten, el escepticismo es una parte saludable de la auditoría interna, y no culpo a quienes presionan por la evidencia de los beneficios de la membresía de IIA.
Pero incluso si estos dos ejemplos no son suficientes, aquí hay una cosa más a considerar: ¡es muy poco probable que más de 190,000 miembros del IIA de todo el mundo estén equivocados!
Como siempre, espero sus comentarios.
Declaración
Richard F. Chambers, presidente y director general del Instituto de Auditores Internos Global, escribe un blog semanalmente para InternalAuditor.org., sobre temas y tendencias relevantes para la profesión de la auditoría interna.
